¿Empleados fantasma que se esfuman sin dejar rastro?

El “ghosting laboral” se da cuando un candidato a un puesto literalmente desaparece y se esfuma del compromiso, sin dar señal alguna o sin motivo aparente. ¿Habías escuchado antes de esto? ¿Lo has visto con algún compañero o lo has hecho tú?

Esto sucede cuando un candidato se compromete a asistir a una entrevista, pero no lo hace; o cuando queda seleccionado y no se presenta a su primer día de trabajo. Este fenómeno es cada vez más frecuente, sobre todo en las generaciones de personas jóvenes (millennials o centennials) También ocurre bastante durante los procesos de selección de personal o en los primeros días después de haber ingresado a un nuevo trabajo.

Este comportamiento refleja inmadurez profesional, y aunque parece que el candidato desea insertarse en el mercado laboral, las responsabilidades y problemas que debe resolver no le satisfacen o lo sobrepasan una vez en el puesto. Así, este opta por desertar sin dar una razón.

En ocasiones, también se da la renuncia psicológica al proceso de reclutamiento o al puesto, la cual se manifiesta cuando el colaborador o candidato muestra señales de inconformidad, bajo rendimiento, falta de respuesta a correos, aislamiento y mal comportamiento en el trabajo o al responder las llamadas en el proceso de reclutamiento, aunque aun así sigue estando presente.

Definitivamente, esto no sería un punto a favor en caso de que la próxima empresa en la que quieras trabajar investigue tu historial laboral. ¿Tú confiarías en alguien así?

Hay que ser conscientes de lo que implica para ambas partes el efecto del ghosting laboral, ya que para las empresas representa algunos problemas como:

• Reestructuración de flujos de tareas previstos para ese colaborador hasta dar con otro profesional confiable.
• Pérdida del tiempo invertido en el reclutamiento o capacitación.
• En algunos casos, el colaborador ausente se queda con el equipo, refacciones o bienes de la empresa, afectando a la parte económica y al proceso de recuperación de los bienes.

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Desde la perspectiva de algunos colaboradores o candidatos, puede que esta práctica sea algo normal; pero desde la de un reclutador, se trata de un candidato sin compromiso no elegible para alguna posición.

Lo importante es entender lo que provoca la falta de dialogo, ya que el candidato o colaborador que “desaparece” deja una imagen negativa en la empresa a la que perteneció y en su historial laboral.

Por otro lado, también es muy importante establecer los canales necesarios para una comunicación abierta dentro de la empresa y las áreas de reclutamiento, con la que el candidato o colaborador pueda expresar sus necesidades, inquietudes o descontento.

Como reclutadores, sabemos que hay muchas razones para que esto suceda, en especial durante el proceso de reclutamiento; sin embargo, siempre es importante mantener una comunicación constante para llegar al entendimiento.  Es preferible saber que ya no estás interesado en la vacante o que el trabajo no era lo que esperabas a simplemente dejar de saber de ti.