Cultura y Liderazgo

10 Prácticas básicas para manejar las finanzas personales

Una alcancía de cochino para manejar finanzas personales

Hace tiempo que pensaba escribir en relación con el manejo de las finanzas personales, pero no quería ponerme técnico ni tampoco quería abordarlo desde una perspectiva compleja. Al final, lo que nos importa es aprender cómo construir una mejor economía para nosotros mismos o para nuestras familias. En los últimos meses, he leído mucho al respecto, desde libros comerciales hasta otros más complejos sobre inversión, pasando por R. Kiyosaki y otros autores, así como por los principios de inversión de Benjamin Graham.

Una de las determinaciones más repetidas por los gurús del tema es que las personas, cuanto más dinero ganan, más se endeudan. En México, el 31 % de las personas gastan más de lo que generan, mientras que el 43 % solicitan préstamos. Peor aún, hay mucha gente que acepta pagar tasas de interés por encima del 50 %, ya sea en tarjetas de crédito o en otro tipo de producto financiero.

En este artículo, hablaré sobre diez prácticas básicas para manejar las finanzas personales, y para que inicies la construcción de esa mejor economía familiar que estás buscando. El activo más poderoso para hacer frente a esto es tu mente, el dinero sin inteligencia financiera se pierde rápidamente.

¿Estás listo?

1. Deja de hacer lo que estás haciendo

El peor error que cualquier persona que quiere hacer un cambio en su vida puede cometer es nunca arrancar. El aprendizaje más grande se da durante la marcha, es mejor iniciar y caer rápido que nunca hacer nada. La teoría no basta, aprenderás de tus aciertos como de tus errores, todo generará experiencia. ¡Actúa ya!

El mejor de los consejos radica en que encuentres a alguien que ya haya hecho lo que tú quieres lograr, y lo busques para que sea tu mentor en este proceso de cambio.


2. Aprende los principios prácticos de contabilidad

A diferencia de como te lo enseñan en la escuela, tratemos de hacer esto algo súper práctico; un activo es todo aquello que te genera dinero, mientras que un pasivo es todo aquello que te lo quita. Piensa en lo que comúnmente te dicen que es tu principal activo, ¿se te viene algo a la cabeza? Sí, tu casa.

Tu casa, en la que vives, ya sea que la hayas pagado al 100 % o la hayas adquirido a través de un crédito hipotecario, no es un activo, porque todo el tiempo te quita dinero.


3. Conoce la ley

Comúnmente, el mayor beneficiario de la economía del hogar suele ser Big Brother y el Tío Sam, tu gobierno. El pago de impuestos está presente casi en cualquier ingreso que generes, pero, hay muchas formas de reducirlo cumpliendo al 100 % con la ley, la clave está en conocerla y dominarla. Consíguete a un fiscalista de confianza.

Debes tener en cuenta el IVA, el ISR, el IEPS y el ISAN, así como todas las posibilidades de deducción de impuestos y lo que implica esa gestión.


4. El ahorro va antes que los gastos

Si hay alguna frase que aprendí después de leer casi una decena de libros, sería la de “primero, páguese usted mismo”. Lo que pretende decir es que el ahorro va antes que los gastos, este te permitirá pagarte esas vacaciones que tanto añoras, comprarte los audífonos que usa tu deportista favorito, o invertir tu dinero para crear ingresos pasivos.

Cuando recibas un ingreso, separa la décima parte para ahorrar, encuentra un mecanismo para que en automático se te descuente y ni lo veas, como las cajas de ahorro.


5. Define metas retadoras pero alcanzables

Primero lo primero. Detecta el verdadero propósito de tu meta financiera. Quizás quieras lograr esa meta para acercarte a la realización de tu viaje soñado, comprarte un carrazo, o emprender una idea de negocio. Es necesario que las metas financieras que te plantees sean lo suficientemente retadoras sin dejar de ser realistas y alcanzables. Es tu motivación.

Escribe tu meta, rómpela en pequeñas tareas que cumplas al día o mes con mes, crea un calendario o plan, considera obstáculos, cuéntasela a quien tú quieras, y sé positivo.

Descubre el método SMART.

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6. Arma tu presupuesto anual

Es importante que el presupuesto sea anual y no mensual. Identifica los ingresos y gastos que tienes cada mes. Si tienes múltiples fuentes de ingresos, inclúyelas todas, incluso si no todos son fijas. Clasifícalas en categorías como sueldo, inversiones, o algún otro. Mete la de ahorro antes de comenzar con tus gastos. También registra y categoriza estos últimos.

Teniendo un primer panorama de cómo manejar las finanzas personales, te podrás dar cuenta si estás gastando más de lo que ingresas, y también el peso que tienen ciertas categorías. Juega con los montos hasta que logres determinar el balance adecuado que te permita pagar deudas, ahorrar y adquirir activos.


7. Empieza a juntar tu fondo de emergencia

Para todos esos imprevistos que están fuera de tu presupuesto y que nunca pensaste siquiera que te podrían suceder, por ejemplo, que se te truenen tres llantas de jalón, que la cisterna de tu casa se rompa, que uno de tus domos en tu casa se quiebre, tuviste un choque y tienes que pagar el deducible, una enfermedad que no cubre tu seguro, entre otras cosas que “no pasan”.

La recomendación es que abras una inversión de bajo riesgo con disponibilidad diaria donde guardes un monto de tres a seis meses de tu sueldo.


8. Sal de deudas, conoce el “método bola de nieve”

El “método de bola de nieve” es una estrategia propuesta por Dave Ramsey para eliminar las deudas personales. Enlístalas, ordénalas de menor a mayor cantidad, agrega la información del mínimo a pagar mensual y la tasa de interés, y suma los montos del mínimo a pagar. Si al hacerlo puedes pagar ese monto mensual, entonces determina la primera bola de nieve.

“La bola de nieve” corresponde a un pago extra que puedas pagar y que destinarás a tus deudas. Comenzarás a pagarlo en la deuda más pequeña hasta que la liquides, luego, destinarás el monto mínimo de esa primera deuda, ya liquidada, más el monto del pago extra a la segunda hasta liquidarla, y así sucesivamente hasta tener una gran bola de nieve.


9. Crea un fondo para cuando te retires

Realiza las previsiones necesarias para tu vejez; tu juventud, fortaleza y salud no son para siempre. El 87 % de los jóvenes en México señala no tener un ahorro para su retiro. Algún día no podrás seguir laborando, y si no creaste los activos suficientes para poder vivir sin trabajar en tu etapa productiva, entonces quizás te conviertas en una carga para alguien más.

Abre una cuenta de ahorro para tu retiro (afore) en alguna institución financiera y ahorra mes con mes. La clave es empezar joven, cuanto antes, mejor.


10. Determina los seguros que actualmente requieres

A diferencia de lo que todo el mundo cree, los seguros son para los estables y sanos. Un seguro evita desequilibrios financieros, son una manera de gestionar los riesgos y minimizar el impacto de situaciones inesperadas. Se trata de una protección a tu patrimonio que has venido construyendo a lo largo de tu vida. Todos estamos expuestos, somos susceptibles, y el dinero nunca alcanza.

Dependiendo tus circunstancias actuales, considera alguno de estos seguros: de vida, de gastos médicos mayores, de auto, de responsabilidad civil, de casa, etc.

Y bien, ¿qué piensas de estas prácticas para manejar las finanzas personales?

Si te interesa conocer más al respecto, te recomiendo leer a Sofía Macías en su libro Pequeño Cerdo Capitalista. Sofía, una periodista mexicana, logró bajar a un lenguaje un tanto simplón todo lo que debes saber para construir los cimientos de tu economía familiar.

Por otro lado, si pretendes comenzar a manejar las finanzas personales, pongo a tu disposición Fintonic, una aplicación gratuita para dispositivos móviles que te permite registrar tus ingresos y gastos de manera manual o automática a través de tus bancos, así como establecer presupuestos por categoría.

Espero haber aportado valor a tu líder financiero en formación.

Alberto García H

Emprendedor, millennial, audiófilo y productor musical. Virgo, con personalidad de arquitecto. Líder y estratega. Director General de icorp y evangelista de la Filosofía y el Plan i25.