Emociones inteligentes: inteligencia emocional en el ámbito laboral
Actualmente es muy común escuchar que se hable de inteligencia emocional en el ámbito laboral, pero ¿de qué se trata exactamente?
Según Goleman, autor que popularizó el concepto en el mundo de los negocios, es «la forma de interactuar en el mundo que tiene en cuenta los sentimientos y engloba habilidades tales como el control de los impulsos, autoconciencia, motivación, entusiasmo, perseverancia, empatía y agilidad mental, lo que configura rasgos de carácter como la autodisciplina, compasión o altruismo. Estos últimos resultan indispensables para una buena y creativa adaptación social», es decir, que consisten en una forma de interactuar con el mundo que tiene en cuenta los sentimientos de las personas desarrollando habilidades que permiten mejorar el liderazgo en cualquier ámbito.
¿Por qué creemos que es importante la inteligencia emocional en el ámbito laboral?
La respuesta es sencilla y voy a dejar que Henry Ford responda por mí: “Si hay un secreto para el éxito es el siguiente: entender el punto de vista del otro y ver las cosas con sus ojos”.
Esto es la esencia de la inteligencia emocional.
Si analizamos los soft skills de los líderes, nos vamos a encontrar con que son personas con capacidad de influir en los demás, con iniciativa, resiliencia y con capacidad de motivar no solo a sus equipos, sino también a sí mismos, cosa que a veces resulta más difícil de lograr. Un líder verdadero es empático y tiene la habilidad de desarrollar a las personas que lo rodean.
Las competencias emocionales, o que tienen que ver con la inteligencia emocional en las empresas, son claves; de hecho, son una parte muy importante del éxito de estas, ya que los líderes se encargarán de impulsar a sus equipos hacia el cumplimiento de los objetivos estratégicos.
¿Qué competencias se desarrollan con la inteligencia emocional?
- Autoconciencia: Es necesario tener un gran nivel de autoconocimiento para conocer las fortalezas, debilidades y necesidades y así ser honestos con uno mismo y con los demás. Las personas con una gran autoconciencia son capaces de huir de los extremos, sin caer en un exceso de optimismo ni pesimismo.
- Motivación: Esta es sinónimo de pasión, búsqueda de desafíos, ganas de superación y satisfacción por el trabajo bien hecho. Las personas motivadas son conscientes de la importancia de que todos los miembros del equipo consigan alcanzar sus expectativas.
- Empatía: Permite reconocer y entender las opiniones de todos los miembros de la empresa, establecer buenas relaciones entre compañeros y analizar y valorar la implicación de los empleados en la misma.
- Habilidades sociales: Imprescindibles para construir relaciones sociales con los miembros de la empresa y con el mundo exterior.
Derivadas de las anteriores, se habla de una mayor capacidad de autocontrol, conciencia emocional, integridad, adaptabilidad, innovación, compromiso, confiabilidad, optimismo e iniciativa, es decir, lo que ahora conocemos como accountability.
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¿Cómo mejorar nuestra inteligencia emocional en el ámbito laboral?
- Conócete a ti mismo: Para poder identificar las emociones en los demás, primero debemos aprender a reconocerlas en nosotros mismos. Hablar de sentimientos, identificar valores y defectos y expresar con palabras lo que se siente. Cuando te conoces a un nivel más profundo detectas qué cosas te motivan, cómo puedes mejorar como persona y en las relaciones y qué detonan ciertas emociones y cómo controlarlas. Un líder con este grado de consciencia suele ser percibido como alguien que sabe ver las necesidades de sus empleados, que fomenta un buen ambiente de trabajo donde cada individuo se sienta cómodo para expresar ideas y en el que exista flexibilidad, oportunidades de participación, y con quien se sientan escuchados y valorados.
- Escucha, no oigas: Saber escuchar activamente o ignorar el “ruido” de rumores o críticas cuando sea necesario.
- Presta atención al lenguaje corporal: Las emociones no solo están en nuestras palabras, sino también en los gestos y expresiones. Atiéndete no solo a ti mismo y en cómo ofreces información no verbal a tus compañeros; fíjate también en ellos, atiéndelos para comprenderlos y obtener así aún más datos del medio laboral en el que te mueves cada día.
- Exterioriza: Transmite con claridad al otro lo que pensamos, sentimos y queremos.
- Se asertivo: Defiende tus opiniones, ideas y necesidades al mismo tiempo que respetas las de los demás.
- Crítica: Comparte de forma constructiva ideas y sentimientos sobre los actos de otra persona (y a aceptarla de igual manera).