La inteligencia artificial ha avanzado bastante en los últimos años. Lo que alguna vez era ciencia ficción se ha convertido hoy en una realidad. En el mundo de los negocios, esta ha sido usada para mejorar la ciberseguridad y hacer más inteligentes a los centros de datos, pero todavía está por hacer más productivos a los empleados de una empresa. ¿Cómo podría aplicarse entonces a las juntas de trabajo? Sin duda hay varias maneras y a continuación enlistamos varias de ellas:

Asistentes de voz

Todos están familiarizados con asistentes de voz como Siri y Alexa, los cuales pueden servir para distintas tareas relacionadas con una junta, como hacer llamadas, grabar todo lo ocurrido o agendar distintos compromisos. En realidad no hay limites para ellos y la clave está en tener la cantidad adecuada de datos. Los asistentes enfocados en los negocios tendrán que tener conocimientos específicos acerca de las habilidades de los empleados, información de los directorios y un mapa sobre dónde se encuentran los datos importantes. Esto, por supuesto, tendría que ser una combinación de programación de fábrica y conocimientos proporcionados por la compañía.

Mejorar la ergonomía de una junta

Se supone que las videoconferencias deben mejorar la dinámica personal al hacer que todos los involucrados puedan ver a los demás, pero pocas veces logran su cometido. Algunas de las habitaciones donde se llevan a cabo están dispuestas de manera que la gente se sienta a los lados de la mesa, lo que evita que se pueda tener contacto visual y que se puedan leer los gestos. Las cámaras pueden hacer zoom, pero quien las controla muchas veces está concentrado en hablar, por lo que se olvida de ello. Una inteligencia artificial sabría quién está hablando y podría enfocarlo correctamente para que todos puedan verlo claramente. Esta también podría aislar sonidos indeseados para evitar distracciones.

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Reconocimiento facial

En ocasiones participamos en juntas en las que realmente no sabemos quién es el que tiene la palabra. Una inteligencia artificial podría ser usada para escanear los rostros de la gente y así dar a conocer con un texto de quién se trata en las pantallas donde se está transmitiendo la videoconferencia. Con el tiempo, esta característica también podría incluir datos como el perfil de LinkedIn, su puesto, historial o los que sean relevantes para el encuentro.

Escucha proactiva

La mayoría de los asistentes de voz están en reposo hasta que alguien les habla para evitar algún tipo de interrupción. Con uno participando de manera proactiva, palabras clave que mencione alguno de los participantes podrían ser captadas por la inteligencia artificial y traducidas en imágenes relevantes para ser mostradas a los demás. Que puedan proveer con contenido visual a la junta a partir de lo que escucha es una apuesta arriesgada pero muy interesante.

Realidad virtual

Con esta herramienta, todos los usos previamente mencionados llevarían las juntas de negocios y trabajo a otro nivel. Un participante podría pedir al asistente que proyecte un objeto virtual en medio de la habitación para que todos puedan verlo a detalle, esto claro con los aparatos necesarios. Traerlos puestos podría resultar incómodo, pero no hay duda de que la tecnología avanzará en los próximos años y traerá consigo nuevas formas de asimilar la realidad virtual.

Los usos de la tecnología artificial en una junta son ilimitados. Se requiere una comprensión de los procesos del negocio y de abrir las mentes de la gente en cuanto a cómo el uso de las máquinas nos puede hacer mejores.

Fuente: CIO