Un grupo de científicos en Oklahoma, Estados Unidos, están usando la inteligencia artificial para investigar más sobre los sismos en el área.

El estado no es una región sísmica natural, pero la práctica del fracking en la localidad ha aumentado la magnitud y frecuencia de los sismos en los últimos años. Esto ha tomado a los científicos por sorpresa; sin embargo, estos han decido tomar cartas en el asunto usando tecnología muy avanzada.

Thibaut Perol y sus colegas del departamentos de ingeniería de la Universidad de Harvard han encontrado una solución: usar inteligencia artificial para amplificar la sensibilidad de los sismógrafos en la región. Con esto, los aparatos han probado ser capaces de detectar 17 veces más los terremotos.

El método es muy similar al del software que utilizan los asistentes de voz como Alexa y Siri. Estos pueden escuchar la voz del usuario cancelando todo el ruido ambiente. En un sismógrafo, esto significa que ignorarán todos los movimientos geológicos normales para poder detectar los sismos más leves o que se encuentran muy alejados.

Para lograrlo, Perol y su equipo entrenaron una red neural convolucional para reconocer los ruidos de fondo proporcionando datos de áreas sin actividad sísmica. Así, el software examina la información y aprende a escoger patrones en común. Una vez que conoce el ambiente puede hacer caso omiso de este y recoger las ondas de los movimientos telúricos.

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Perol comentó al respecto:

Con este método podremos detectar sismos de magnitud cero o incluso menor, señales que un humano ni siquiera podría percibir.

El investigador también dice que si la red fuera usada de manera más amplia podría ayudar a los sismólogos a determinar la causa exacta de los terremotos.

Fuente: The Verge