Hoy en día, Internet es una de las herramientas más valiosas e importantes no solo para la vida personal, sino también para la vida laboral. Es muy difícil no dejar algún tipo de huella de nuestra presencia en línea. El tipo de actividad en línea y los datos que dejas mientras se realizan diferentes actividades, se llaman huellas digitales. Se pueden comparar con otro tipo de evidencias. Por ejemplo, lo que uno puede dejar atrás mientras va de excursión como restos de comida, de una fogata, y hasta las marcas de llantas al salir del bosque. 

Tipos de huellas digitales

En el caso de las huellas digitales, lo que se deja atrás son los datos y estos se dividen en activos y pasivos:

Huellas digitales activas

Son aquellas huellas que se han dejado a propósito; tienen una razón para estar ahí y tú quieres que esa huella se perciba. En esta categoría, se pueden mencionar los siguientes ejemplos:

• Emails
• Mensajes de texto
• Páginas web
• Formularios en línea
• Comentarios en artículos y videos
• Post en redes sociales
• Blogs

Huellas digitales pasivas

Son aquellas huellas digitales que fueron dejadas sin intención, o por no tener ninguna otra opción. A estos datos pertenecen tales ejemplos como:

• Dirección IP
• Correo electrónico
• Cookies
• Datos de localización al utilizar mapas
• Otros datos personales que se pueden atribuir a la actividad online (nombre, apellido, teléfono, etc.)

Riesgos de las huellas digitales

Las huellas digitales conllevan cierto rango de riesgo; por un lado, estas ayudan a personalizar tu experiencia en una página web, si compras algo en un mercado digital, como por ejemplo una parte para una computadora, la próxima vez que entres al mismo mercado, te va a recomendar más productos parecidos al que hayas adquirido anteriormente. Por otro lado, dichas huellas digitales pueden ser maliciosas, ya que hackers, criminales, u otro tipo de actores maliciosos pueden utilizar esta información para sus propios fines, tales como robo de identidad, spear fishing, publicidad no solicitada, entre otras cosas.

Adicionalmente, debido a que estamos en una nueva era digital donde el trabajo remoto es la nueva norma en muchas empresas, la actividad realizada en línea es igual de importante para la reputación de una persona en el entorno laboral. Ya sea un comentario, un mail, un mensaje de texto o simplemente la actividad que se realiza al entrar a cualquier sitio web, pueden ser beneficioso o perjudicial para tu reputación en los ojos de un empleador u otra autoridad.

¿Qué puedes hacer para proteger tus datos?

Por principio de cuentas, es inevitable que dejemos cualquier tipo de rastro mientras estamos navegando por Internet, pero esto también significa que podemos mitigar estas huellas de diferentes maneras.

A continuación te damos algunos tips:

1. Separar vida privada de la vida profesional

Aunque suene laborioso, es una opción bastante viable. Utiliza una cuenta distinta para cosas relacionadas a tu vida profesional y otra para poder expresarte como gustes. De esta manera, al proporcionar tu cuenta para una entrevista de trabajo (si es necesario), no tendrás que preocuparte en caso de tener contenido comprometedor.

2. Gestiona tu presencia en línea

Antes de enviar cualquier comentario, mensaje o post, reflexiona un poco sobre ello. No envíes nada de lo que puedas arrepentirte después, por ejemplo compartir información sensible y confidencial a personas que no conozcas o no confíes. 

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3. Gestiona tus huellas digitales

Para evitar o mitigar cualquier tipo de ataques, es muy importante gestionar las huellas digitales existentes. De esta forma, se podrá detectar si alguna huella puede convertirse en una brecha de cumplimiento o un posible riesgo de seguridad para tu empresa. 

Protege tu presencia en línea, las huellas digitales son un recurso bastante valioso. 

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