Hay personas que nacen con estrella y otras que parecen nacer estrellados. Yo pensaba ser de la segunda clasificación. Durante mi desarrollo académico nunca me interesó ser parte de grupos estudiantiles o representar a mi generación o mi escuela o universidad en diferentes eventos, me contentaba con salir bien librada de mis estudios.

Cuando me tocó liderar un grupo por primera vez, como profesora de inglés para negocios en una universidad con tan solo 20 años, me bastó una semana para darme cuenta de que necesitaba prepararme en el tema.

Con el paso de los años, teniendo que liderar algunos equipos en la empresa, desarrollé una lista con lo que creo son las 10 reglas de oro para liderarlos (y no morir en el intento), espero te sirvan.

GESTIONA EQUIPOS DE ALTO IMPACTO, 10 REGLAS DE ORO PARA LIDERARLOS

• Invierte más tiempo en el proceso de contratación: Sabemos que las contrataciones son urgentes en muchas ocasiones; sin embargo, no puedes esperar un equipo de calidad si no te tomas el tiempo necesario para encontrar a la persona correcta para el puesto. Busca alguien que, además de tener los conocimientos, tenga una buena relación contigo y que su personalidad funcione dentro de este. Presenta a tus candidatos con ellos y evalúa si existe empatía.

• Evalúa la dinámica de tu equipo: No permitas que exista tensión . Ten cuidado de que personas conflictivas no estén influenciando al resto. Sé muy consiente de tu rol dentro del mismo.

• Si detectas un problema, no lo ignores: Actúa lo más pronto posible. Recuerda que los problemas desatendidos tienden a crecer; tu trabajo como líder es facilitar el de todos.

• Sé líder: Un líder es flexible, escucha antes de hablar, practica de manera continua la atención plena, es coherente, enseña con el ejemplo, es optimista (¡Sonríe!) y tiene como primer compromiso las necesidades de su equipo, ya que es la única manera en que podrá cumplir con los objetivos del área. Un líder elimina los prejuicios y busca conocer a su equipo generando confianza entre todos los miembros, sabiendo que la crítica es nociva. Los líderes valoran (y fomentan) la opinión de todos a su cargo, empoderándolos y formándolos para lograr su desarrollo.

• Fortalécete a ti y a tu grupo: Es necesario que brindes siempre una retroalimentación; los canales de comunicación deben de ser claros y estar abiertos. Para brindarla de manera adecuada es necesario que te documentes sobre los temas a tratar; de lo contrario, esta perderá credibilidad.

• Practica los elogios y las reprimendas de un minuto: En el libro Manager al Minuto, Ken Blanchard nos habla sobre cómo elogiar y reprender de manera correcta, realizando las primeras de manera pública, reconociendo el buen trabajo realizado; y de manera privada las segundas, buscando ser lo más objetivo posible.

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• Impulsa el trabajo de equipos de alto impacto haciendo a cada integrante dueño de su rol: Ejercita la humildad, reconoce su trabajo retroalimentándolos de forma efectiva durante todo el proceso. Acompaña, esto quiere decir que ellos puedan detectar áreas de oportunidad y generar mejoras. Para lograr este sentido de responsabilidad es importante que ellos conozcan la imagen completa y cuál es la relevancia de su rol en el grupo; hazlos conscientes de cómo impactan sus actividades en la entrega del servicio y la satisfacción generada.

• Busca retroalimentación: Lo que no se mide no se puede mejorar y ¿quién no querría mejorar?

• Aprende a dejar ir: Aunque es muy difícil, debemos de reconocer que probablemente existan personas en el puesto equivocado dentro de equipos de alto impacto. Si ya moviste cielo, mar y tierra para hacer funcionar las cosas, debes de ser lo suficiente maduro como para dejar ir a personas que perjudican el desempeño.

• Sé paciente: Los cambios en la dinámica no se producen de la noche a la mañana, la velocidad que se logre dependerá tanto del esfuerzo que le dediques como de la apertura que tengan los demás

Tips finales:

Genera tu plan de acción. ¿Cuál es el escenario al que quieres llegar? Crea la visión de tus equipos de alto impacto de trabajo. ¿Listo? Ahora… ¿Qué vas a hacer para lograrlo? 

¡Espero que esta guía práctica te sea de utilidad!