La Regulación General sobre la Protección de Datos, también conocido como GDPR por sus siglas en inglés, tiene como función asegurarse del resguardo y correcto uso de información personal que sea tratada por terceros. Con esta nueva regulación se busca brindar mayor certeza y seguridad a todos los usuarios que brinden sus datos a empresa u organizaciones. 

Aprobada el 27 de abril de 2016 por el Parlamento Europeo y del Consejo, entró en vigor a partir del 25 de mayo de 2018 y vincula a todas las personas que procesan datos personales en relación con su actividad comercial.

¿Qué cambió de la forma en la que se operaba?

El reglamento introduce una serie de cambios y extiende las responsabilidades de los administradores y procesadores de datos. Con estas nuevas responsabilidades, la seguridad se vuelve un tema de alto interés para todas la organizaciones, ya que para cumplir con el reglamento tendrán que probar que su red de información no es propensa a ser hackeada.

Otro propósito de las nuevas regulaciones es proporcionar, a las personas y a las autoridades de supervisión, herramientas eficaces para responder a las violaciones de la regulación. En este punto es donde se puede hacer uso de diversas soluciones que están disponibles en el mercado como AdAudit de ManageEngine, la cual puede apoyar con las auditorías del manejo de la información en la organización.

¿Qué sucede si no cumplo con el GDPR?

Proteger los datos de terceros ya es una necesidad. De no cumplir con la regulación existen altas sanciones por infracciones y pueden alcanzar hasta 20,000,000 de euros o el 4% de la facturación anual global de un empresario en el año comercial anterior a la infracción.

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¿Qué papel tienen los usuarios?

La principal fuente de datos proviene obviamente desde los usuarios de Internet. El uso de redes sociales, realización de pagos y compras o, tan simple, manejo de las soluciones en la nube, generan tráfico de más de 71 millones de usuarios al año. Cada movimiento realizado por dichos usuarios está relacionado con que cada uno de ellos tiene que proporcionar información que permite identificación y seguir con los trámites correspondientes dependiendo del caso.

Con esta cantidad de tráfico e involucrados, los criminales cibernéticos tienen un amplio buffet del cual pueden servirse. Entonces ahora más que nunca la protección de dicha información se vuelve indispensable ante posibles delitos informáticos y fraudes.

Fuente: ManageEngine