La forma de caminar podría convertirse algún día en la llave para acceder a tu teléfono, una suerte de nuevo “fingerprint”. Un prototipo desarrollado por Commonwealth Scientific and Industrial Research Organisation de Australia planea hacer de la marcha del usuario una forma de autentificación.

Además, se pretende hacer uso de la energía cinética que se genera al caminar para usarla como carga del teléfono. Para el acceso, el dispositivo supervisará el patrón de generación de dicha fuerza para que, a medida que el movimiento genere pequeñas inmersiones y valles en la cantidad de energía, lo traduzca en una firma electrónica. De este modo, el dispositivo también será capaz de proporcionar la energía de respaldo.

El equipo responsable probó el prototipo en 20 personas, con lo que fue posible alcanzar un 95% de precisión, así como una reducción en el uso de energía de un 78%. “Al aplicar ambas técnicas hemos conseguido dos objetivos al mismos tiempo” señaló Sara Khalifa, miembro del equipo, en un comunicado.

Al probar los dispositivos, los cuales habían sido autentificados a una determinada marcha, con “impostores” que pretendían imitar los movimientos del propietario, sólo 13 de 100 lo consiguieron. Ello indica que aún y cuando el refinamiento es necesario, los desarrolladores han conseguido un avance importante.

A decir de Dali Kafaar, líder de Data61’s Network Research Group, este dispositivo será más seguro que un password debido a que la forma de caminar de un individuo es más difícil de imitar debido a la constante información sobre los movimientos que irá acumulando el dispositivo.

Por si fuera poco, el equipo también ha estado explorando el empleo de otras formas físicas como opciones de autentificación, tales como los patrones de respiración y la forma en que los usuarios interactúan con sus dispositivos.

Fuente: Cnet