Estilos de aprendizaje e inteligencias múltiples
Inconscientemente, todos tenemos preferencia por un método de aprendizaje en particular: en equipo o individual, la teoría o la práctica, la lectura o el audio, etc.
Esto es a lo que se le llama “estilos de aprendizaje”. En cada persona hay uno que predomina, ya que utilizan diferentes partes del cerebro; sin embargo, entre más involucres mientras aprendes, mayor es la probabilidad de recordar la información, inteligencias múltiples.
Por ejemplo, cuando un niño pequeño está aprendiendo los nombres de los animales, la enseñanza será más efectiva si el maestro le muestra una imagen al mismo tiempo que imita el sonido de este y le pide que lo repita después de él.
Si un orador quiere capturar a toda su audiencia, deberá encontrar diferentes maneras de presentar la información, de lo contrario, solo algunos encontrarán su plática muy interesante, mientras que otros hubieran preferido no asistir.
El estilo de aprendizaje está directamente ligado con las inteligencias múltiples. La teoría más reconocida respecto a estas es del psicólogo americano Howard Gardner.
Gardner explica que, a diferencia del coeficiente intelectual (CI), la inteligencia no es algo que se pueda medir numéricamente. No es más que la capacidad de estructurar pensamientos para convertirlas en acciones y habilidades cognitivas de cada persona, mismas que pueden estar altamente influenciadas por su entorno.
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Para él, existen ocho tipos de inteligencias múltiples:
- Inteligencia lingüística: son personas con facilidad para hablar y escribir. Para ellos es fácil memorizar la información que leen y escuchan. Darse claramente a entender y explicar muy bien cualquier concepto son parte de sus capacidades por naturaleza.
- Inteligencia lógica-matemática: como el nombre lo dice, la lógica y el razonamiento predominan. Son personas que se valen de números y estadísticas en su vida cotidiana.
- Inteligencia visual-espacial: todo es más fácil a través de imágenes. Son personas a las que se les facilita la lectura de mapas y videos, además de que escriben y dibujan.
- Inteligencia musical: todo lo relacionan con ritmo y sonidos. Son excelentes compositores.
- Inteligencia corporal–kinestésica: son personas con excelente coordinación. Prefieren la práctica más que la teoría.
- Inteligencia naturalista: categorizan la información con facilidad. Son capaces de detectar hasta el más mínimo cambio en su entorno.
- Inteligencia interpersonal: tienen facilidad para entender las emociones de los demás, generar relaciones a largo plazo, y dominar mejor que nadie la comunicación no verbal. Son capaces de analizar las situaciones desde diferentes perspectivas.
- Inteligencia intrapersonal: personas que se conocen muy bien a sí mismas, y tienen claro lo que los motiva, les gusta e impulsa. Saben cuáles son sus fortalezas y debilidades.
¿Te identificas con alguna de estas? ¿Alguna vez te lo has preguntado?
Te invito a que leas un poco más sobre el tema para que descubras cuál es la tuya y la de las personas que te rodean. Comprender cómo piensan los demás facilitará la comunicación y el trabajo en equipo.