En El Ejecutivo al Minuto, Keneth Blanchard y Spencer Johnson, autor de ¿Quién se ha llevado mi Queso?, se unieron hace décadas para crear este volumen de lectura rápida.

El libro habla de la importancia que tiene darse el tiempo para estar con los colaboradores, así como tener habilidad para conseguir grandes resultados con los equipos. En El Ejecutivo al Minuto descubrimos que ser un gerente en realidad no es tan complicado, sino que más bien solo requiere de estrategia.

A continuación, señalo algunos de los puntos más destacados de las reflexiones de Blanchard y Johnson, las cuales seguramente resonarán en tu vida laboral:

1. Las personas que se sienten satisfechas de sí mismas producen buenos resultados.
   
   
2. La productividad es más que el trabajo hecho, también es calidad.
   
   
3.  La calidad consiste en dar a la gente el producto que realmente desea y necesita.
   
   
4. La productividad es tanto calidad como cantidad, pero también resultado de las personas.
   
   
5. El mejor modo de obtener ambas es a través de la colaboración del personal.
   
   
6. No debes tomar decisiones por los demás.
   
   
7. Sé un entrenador de personas.
   
   
8. El mejor minuto que gasto es el que invierto en la gente.
   
   
9. La motivación número uno de las personas es la retroalimentación.
   
   
10. La evaluación del desempeño informa lo que se espera de tu equipo.
    
    
11. Todo el mundo es un ganador potencial, aunque algunas personas están disfrazadas como perdedores. No dejes que su apariencia te engañe.
    
    
12. No somos simplemente nuestro comportamiento, sino la persona que lo dirige.
    
    
13. Las metas inician el desempeño y las consecuencias lo mantienen.

Si no soy un gerente participativo, ¿entonces soy un gerente al minuto? Quizá no lo sepamos, pero demos un vistazo a los secretos para encaminarnos a serlo.

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Los secretos de la dirección al minuto

1. Fijación de objetivos de un minuto:
   • Asegúrate de que los interesados tengan claros los objetivos y responsabilidades y los resultados que tienen que dar.
   • Cerciórate de que la exposición de lo anterior no dure más de un minuto.
   • Los interesados deben tener copia de los objetivos redactados.
   • Revisa periódicamente estos objetivos.
   • Usa la regla 80-20 para fijar metas (80 por ciento de los resultados se consiguen con el 20 por ciento de las metas). Esfuérzate en lo más relevante, es decir, en las áreas claves que son tu responsabilidad.
   • Este secreto se basa en la filosofía de la no sorpresa.
     
     
2. Felicitación de un minuto:
   • Ayuda a las personas a alcanzar su máxima eficacia.
   • Sorpréndelas haciendo algo bien y felicítalas.
   • Indica lo que se hizo bien, sé específico.
   • Haz notar que ambos luchan por el mismo objetivo.
   • Anima a que se hagan más cosas bien.
   • Asegúrate de no buscar los errores, sino las cosas positivas.
     
     
3. Llamada de atención de un minuto:
   • Confirma los hechos, pero trata que no pase mucho tiempo entre el error y la reprimenda.
   • Informa claramente y con respeto sobre el error.
   • Comparte tu sentimiento de frustración.
   • Apoya tu sentimiento con las expresiones correctas.
   • La reprimenda no debe durar más de 30 segundos y debe dar paso a un incómodo silencio.
   • Hazle ver a la persona lo competente que es y que la llamada de atención es porque lo respetas. Recuérdale que lo valoras.
   • Finalmente, informa que no se aceptará el mismo error nuevamente.

Si todavía no entras al mundo del Ejecutivo al Minuto, date la oportunidad de conocer las técnicas que plantearon Blanchard y Johnson con su libro.