Asumir el rol de observador consciente
Actualmente, me encuentro preparándome para certificarme como Coach Ejecutivo; y el día de ayer, mi cerebro explotó con algunos conceptos que aprendí en el curso, así es que esta semana va a haber innovación, pero en nuestros cerebros… Identificando qué tipo de observador somos actualmente y qué tipo de observador queremos ser.
Cuando hablo de observadores, me refiero a toda nuestra estructura de creencias, juicios, acuerdos y valores con los que vivimos. Y ¿por qué es importante ser conscientes de nuestra estructura de creencias? Porque no podemos ver lo que nuestro cerebro no conoce. Les pongo un ejemplo: Si les pregunto cuántos tipos de blanco conocen ¿qué me responderían? Probablemente, la respuesta sería entre uno y tres si son muy observadores. ¿Saben cuántos tonos de blanco reconocen los esquimales? 30. Si no reconocieran esta variedad de blancos, su vida podría estar en peligro, por lo que su cerebro aprende a reconocerlos. Ellos ven el blanco muy diferente a nosotros.
Lo interesante es que esto no pasa únicamente con los colores, sino con TODO. Yo puedo estar platicando con cualquier persona y en lugar de estar teniendo una conversación, como sería lo lógico, podría estar teniendo tres distintas al mismo tiempo. La que cada quien tiene en su cabeza y la que escuchamos todos. Cada quien va a ver lo que sus juicios, creencias y valores le permitan.
¿Qué conversaciones estamos teniendo en nuestras cabezas? ¿Son conversaciones constructivas? ¿Empáticas? ¿De víctimas? ¿De enojo? ¿De juicio hacia los demás?
Todo lo que pensamos y sentimos, lo importante para nosotros, generan conversaciones con la gente que nos rodea y con nosotros mismos, que nos comprometen, por no decir que nos esclavizan cuando las creemos, lo que detona acciones y genera los resultados que vivimos día a día, los cuales vuelven a crear juicios y creencias. Es un ciclo que puede ser guiado por nosotros al ser conscientes, o por nuestro entorno al no existir una consciencia. Por esto, muchos filósofos plantean que las palabras son «co-creadoras de nuestra realidad». Gandhi decía: «Tal cual el hombre piensa, así es». ¿Qué etiquetas nos estamos poniendo? ¿Con qué lentes estamos viendo el mundo? ¿Qué realidad están creando las palabras que estamos usando?
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A parte del cambio que podemos traer en nuestras vidas si tomamos conciencia del observador que vive en nosotros; al trabajar con proyectos, es importantísimo que en cada uno que tengamos «observemos» como nuestro cliente y realmente entendamos sus necesidades, expectativas y detonantes e identifiquemos su observador para que nuestro trabajo fluya de mejor manera.
Si detectamos, que de manera personal, estamos teniendo conversaciones destructivas, de víctimas o que no aporten nada con nosotros mismos, es nuestra responsabilidad cambiarlas. Recordemos que si no nos asumimos como parte del problema, difícilmente seremos parte de la solución. Pasemos de observar como víctimas a observar como PROTAGONISTAS de nuestras vidas, como dueños de nuestras reacciones y creadores de nuestros destinos. El camino es largo y nadie dijo que sea fácil, pero al final «entre mayor sea el reto, mayor será la satisfacción al lograrlo».
Les comparto dos videos que creo que complementan lo que les planteo en este artículo. El primero es un cortometraje que me encantó, el cual considero como un claro ejemplo de cómo las conversaciones determinan nuestras acciones y cómo al cambiarlas, TODO lo demás también lo hace. El segundo es una plática corta de Simon Sinek (uno de mis héroes), quien habla de la importancia de actuar con generosidad y las consecuencias en nuestras relaciones, además de la responsabilidad con la que asumimos nuestros actos.
¡Ojalá los disfruten tanto como yo!